Nuestros empeño por hacer los mejores helados empieza desde el año 1900
La historia de la Heladería Perandrés comienza a principios del siglo pasado, hace ya más de 100 años, nada más y nada menos.
Nuestro bisabuelo tenía un oficio realmente granadino… era nevero. Sí, los que traían el hielo a Granada desde Sierra Nevada en burro. Tal cual.
Su mujer, nuestra bisabuela pensó, que picar un poco de ese hielo y combinarlo con los más ricos sabores sería buena idea, más en una ciudad de la que todos conocemos su caluroso verano.
La idea salió bien y nuestro abuelo Eduardo, que trabajaba en cafeterías de la Plaza de Bibrambla, aprendió el oficio de heladero con el conocido “El Lechero”. Con el tiempo pusieron el Quiosco Horchatería Teresa en dicha plaza, del que era asiduo nada más y nada menos que Federico García Lorca.
Fabricaban horchatas y arroz con leche, que además distribuían por toda Granada y provincia. El inicio de nuestra conocida Leche Rizada.
La desgracia de la Guerra Civil hizo que emigraran a Motril, donde con el tiempo se fueron estableciendo y continuaron con su pasión montando una nueva heladería en la Calle Nueva, que fue creciendo hasta instalarse definitivamente como Café la Crema Lechería – Helados Casa Perandrés.
Eduardo, nuestro abuelo, se esmeró en buscar la mejor materia prima de la zona. Era conocido por el buen café que elaboraba, con su propio café tostado y leche de cabra de la Gorgoracha, por poneros un ejemplo. También fabricaban de la manera más artesanal, helados sabrosísimos de distintos sabores, los que distribuía por las ferias de los pueblos de nuestro alrededor, en carros tirados por bueyes.
Su hijo Cecilio, nuestro padre, convencido del magnífico sabor del arroz con leche y canela, no dudó en fabricar la que hasta ahora es conocida como la Leche Rizada de Motril. Emilio en Torrenueva y nosotros, Manolo y su hijo Cecilio, en Motril y Salobreña mantenemos la tradición de nuestros helados y nuestra famosa Leche Rizada.